ALOE VERA

LA PLANTA DE LA INMORTALIDAD

INTRODUCCIÓN

La planta de Aloe vera, también llamada sábila, acíbar o áloe de Barbados, entre otros, tiene como nombre científico Aloe Vera Barbadensis Miller, es una especie suculenta de la familia de las liláceas. Existen unas 300 variedades de Aloe de las cuales solo 3 ó 4 se diferencian de las demás por sus cualidades terapéuticas o medicinales, destacando de entre todas el Aloe Vera Barbadensis Miller por poseer mayor cantidad de propiedades.

Esta planta es originaria de África, según los primeros registros conocidos fueron los Egipcios quienes ya la utilizaban hace unos 6000 años. La conocían como La planta de la inmortalidad, siendo muy usada por sus múltiples aplicaciones la cual les proporcionaba belleza y salud. También se menciona a esta planta en el "Papiro de Eber" (1550 a.c.) conocido como el "Libro de los remedios Egipcios".

CUIDADOS DE LA PLANTA

La sábila de desarrolla mayoritariamente en climas secos y cálidos, donde no haya mucha humedad. Esta planta aguanta muy bien el sol, y las temperaturas medias-altas (entre 20-25º con máximas de 40º). Se debe proteger de las heladas, ya que pueden dañarla gravemente, por lo que debemos cubrirla para protegerla.

Si queremos plantar nuestro Aloe en maceta debemos plantar el hijuelo de unos 20 cm de longitud en una maceta de 1 litro de capacidad aproximadamente. Tenemos que asegurarnos que el corte practicado al hijuelo haya secado debidamente para que al regarlo no se pudran las raíces.

En un año y medio o dos, deberemos trasplantarlo a una maceta más grande. En cada trasplante utilizaremos una maceta de unos 5 cm más de diámetro que la anterior. Cuando hayamos trasplantado a un recipiente de unos 50 litros, y la planta ya no quepa en él, el siguiente paso será hacerle un recorte a parte de las raíces con un cuchillo muy afilado, y rellenando el resto del hueco que queda libre en la maceta con el sustrato.

El riego no debe ser abundante, solamente cuando el sustrato está seco. Debemos procurarle un buen drenaje.

APROVECHAMIENTO DE LA PLANTA

De la planta de Aloe se puede aprovechar casi todo, la pulpa (o gel), las flores e incluso el polvo de la corteza de las hojas. Para usarla hay que seguir unas indicaciones para minimizar posibles efectos adversos, las cuales son tan sencillas como extraer la aloína que contienen sus hojas.

La aloína o acíbar es un líquido amarillento, amargo y de olor fuerte que se encuentra entre la piel de las hojas y el gel. Este líquido tiene propiedades muy laxantes, por lo que si se ingiere puede causar molestias intestinales moderadas o graves.

Para obtener todas las propiedades del Aloe Vera hay que seguir unos sencillos pasos:

Se recolectan las hojas más pegadas al suelo, siendo conveniente comenzar a recolectarlas a partir del segundo o tercer año de edad de la planta o una vez haya florecido. Es más adecuado recolectar las hojas al despuntar el alba, ya que las plantas crasas o suculentas cierran los estomas de día y los abren de noche, y es por eso que las hojas del áloe vera acumulan mayor cantidad de ácido málico a esas horas.

Una vez tenemos las hojas cosechadas, se lavan con abundante agua y jabón y se pasa al "sangrado" de la aloína, que no es más que ponerla de manera vertical (con la punta de la hoja hacia arriba) en un recipiente con agua durante un periodo de tiempo de 8 a 24 horas, yo te recomiendo 24 horas. El agua se tornará marrón, por lo que se puede ir cambiado durante este tiempo.

Una vez está limpia, se puede guardar tal y como está en la nevera cubierta con papel de aluminio, así no se oxida, para ir cortando trocitos según necesitemos, o bien se puede pelar (con mucho cuidado, ya que es gel es muy viscoso) y extraer el gel con la ayuda de una cuchara (vuelve a lavarlo con abundante agua, lo puedes hacer en un colador bajo el grifo y dejarlo unos minutos para que escurra). Una vez limpio,  tritúralo con una batidora o con un robot de cocina y pásalo por un colador para eliminar los trozos más grandes. Este gel se puede usar tanto en la piel, en el cabello como en cocina.

PROPIEDADES DEL GEL DE ALOE VERA

Esta planta casi medicinal tiene múltiples propiedades por la gran cantidad de polisacáridos, vitaminas, ácidos grasos, aminoácidos esenciales, enzimas y mucílagos, entre otras. Posee la característica de ser muy penetrante, 4 veces más que el agua, por lo que llega hasta dentro de los huesos, siendo utilizado en cosmética como vehículo portador de otros activos. Tenemos que tener en cuenta que debemos usarla con la piel limpia para evitar que penetre la suciedad en la piel.

Es un gran aliado de nuestra piel actuando como humectante y para prevenir los signos de envejecimiento, ayuda a la proliferación de los fibroblastos que son las células encargadas de la creación del colágeno y la elastina, por lo que aporta a nuestra piel firmeza y elasticidad.

Los aminoácidos del aloe también ayudan a suavizar las células duras de la piel y el zinc presente en él, al ser astringente, cierra los poros, por lo que reduce su tamaño y mitiga las bolsas de los ojos. Además es antiinflamatorio, antiséptico, analgésico, cicatrizante, antioxidante, refrescante, tonificante, regenerador, hidratante... Elimina los radicales libres retrasando la aparición de los signos de la edad. Es un excelente regulador del PH de nuestro cuerpo, tanto de la piel como del aparato digestivo.

Está muy indicado para la salud bucodental, ayudando a blanquear los dientes, protegiendo y regenerando las encías ya que reduce la placa dental y la gingivitis, y elimina las aftas y llagas bucales.

El gel de aloe vera es adaptógeno, es decir, se adapta a las necesidades de nuestro cuerpo para restaurarlo de la mejor manera y también fortalece nuestro sistema inmunitario.

USOS DEL GEL EN LA COCINA

Como he comentado anteriormente, por todas las propiedades terapéuticas y cosméticas que tiene se puede usar tanto a nivel externo como a nivel interno:

A nivel culinario, es muy apreciado por ser un buen estabilizante y por su capacidad espesante, dando textura untuosa a las cremas, purés, salsas, helados y repostería en general.

También cabe destacar que las flores se pueden comer, siendo un buen acompañamiento de nuestras ensaladas.


Ahora ya conoces un poco más esta maravillosa planta y la gran cantidad de usos que le podemos dar. Espero que te sea de ayuda y recuerda que si no tienes ninguna planta o no quieres realizar el proceso para obtener el gel, en nuestra tienda on-line disponemos de muchos productos preparados y listos para su uso.

Inma Pérez.